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Fuente: www.testdevelocidad.es

Al día de hoy, nos resulta casi imposible pasar un solo día sin Internet, ya sea con el WiFi de casa o con los datos móviles. Y es que no solo nos sirve para mantenernos en constante contacto con otras personas, sino que también hay ciertas tareas del hogar para las que recurrimos a este, como una receta de cocina, por ejemplo. Es por esta razón que no soportamos estar sin Internet en casa, pero esto es algo que no podemos controlar del todo. Más que nada porque a pesar de los muchos avances de los que disfrutamos en el mundo tecnológico, hay situaciones a las que no nos podemos enfrentar y nos superan, como las lluvias que nos dejan sin Internet en casa.

Los eventos climáticos escapan a nuestras manos, y puede que alguna vez te hayas visto en la situación de estar sufriendo interrupciones en tu Internet ante una fuerte lluvia. Esto se debe principalmente al mayor enemigo de la tecnología, la humedad.

Aunque el problema no es tan sencillo, pues, por un lado, están los problemas de conectividad en función al tipo de servicio. En el caso del Internet inalámbrico, las ondas de radio se encuentran con el problema de la humedad en el aire, por lo que disminuye el alcance de la señal y el ancho de banda disponible.

La humedad: el motivo por el que Internet se cae cuando llueve

A pesar de que a día de hoy, tanto las antenas como los sistemas de transmisión han sido diseñados para soportar estos problemas, poco pueden hacer contra una tormenta de gran calado. Y esta lluvia nunca llega sola, sino que suele estar acompañada de fuertes ráfagas de viento, las cuales provocan falsos contactos en el cableado por el movimiento, además de la pérdida de alineación de las antenas, por lo que el resultado más probable es una reducción en la velocidad del Internet, cortes, o la pérdida total de la señal.

Pero la humedad puede provocar más problemas, como la corrosión, y si las cajas están dañadas, una fuerte lluvia puede provocar problemas de velocidad e intermitencia del Internet. El proveedor de Internet no es el culpable, sino el distribuidor eléctrico.

La última de las razones está en nuestras propias acciones ante días lluviosos y de fuertes tormentas. Y es que lo habitual es quedarse en casa si es posible y pasar el rato utilizando Internet, ya sea viendo películas o jugando a videojuegos. Al ser más personas en casa usando al mismo tiempo la conexión a Internet cuando esta es más susceptible a los agentes externos, es normal que la velocidad sea inferior o que suceda un corte total.

De esta manera, más allá de intentar evitar que haya demasiados dispositivos conectados, si notas que tu conexión a Internet está fallando y está lloviendo, sabrás los motivos por los que esto sucede, aunque mucho nos tememos que no contamos con ninguna herramienta a nuestro alcance para mejorar la situación durante la tormenta. ¡Toca tener paciencia!